Editorial

Resumen

Hace tan sólo 68 años, el médico otorrinolaringólogo Dr. Eduardo Enrique Casterán, junto a un grupo de distinguidos colegas de la UBA, maestros de sordos y reeducadores fonéticos, a los que se unirían luego los fonoaudiólogos universitarios, fundaron nuestra querida ASALFA, la primera entidad científica fonoaudiológica de Argentina y Latinoamérica. Sin duda, hoy ellos se sentirían muy satisfechos con los logros alcanzados, obra de sucesivas comisiones directivas integradas por profesionales capacitados y dedicados, que dejaron como legado una institución reconocida, tanto en el país como en el extranjero. Aunque hay muchos retos a vencer y nuevas metas a alcanzar, el camino andado ya es largo y ciertamente ha sido fructífero.

En la Asamblea General Ordinaria realizada el 9 de diciembre próximo pasado, fui honrada con el cargo de Presidente. Para mí es un honor y motivo de orgullo, pero también una gran responsabilidad y compromiso. Asumo la tarea con humildad pero a la vez con energía, y con la convicción de que junto a quienes me acompañan en la conducción, vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para continuar con el avance y crecimiento de nuestra asociación.

Tengo claros cuáles son nuestros objetivos. La transmisión de conocimientos es uno de ellos. Nuestro compromiso es acrecentar la oferta educativa para que el fonoaudiólogo encuentre en ASALFA “su aula” para la educación continua, con ofertas de calidad, accesibles y variadas. La capacitación profesional y la actualización de conocimientos son la clave para una práctica profesional eficiente y de elevada calidad.

Otra meta primordial es continuar atendiendo y considerando las temáticas que se derivan de la práctica profesional. Luchar para que la fonoaudiología sea practicada sólo por fonoaudiólogos, los únicos profesionales idóneos para garantizar la seguridad de nuestros pacientes. Y tener como horizonte la búsqueda de la jerarquización y la revalorización de la profesión.

Es mi ferviente deseo fomentar el acercamiento entre la Comisión Directiva y los Asociados, ambos pilares fundamentales sobre los que se construye toda asociación. Por eso insto a nuestros socios a acercarse, con el fin de aportar sugerencias y recomendaciones, alentarnos a seguir adelante en lo que consideren está bien y señalarnos lo que puede ser mejorado. Nuestras puertas están abiertas. Entre todos, uniendo los esfuerzos, vamos a poder hacer realidad los principios esenciales de toda asociación.

Y para finalizar deseo referirme a la revista Fonoaudiológica, publicación que desde sus inicios en el año 1955 apoya la divulgación y difusión del conocimiento generado en esta disciplina, por profesionales nacionales e internacionales, así como por instituciones. Es nuestra intención continuar, estimular y realzar la labor iniciada por las generaciones anteriores, y ofrecer un espacio editorial de cada vez mayor calidad. Invito a todos a leer los trabajos aquí presentados y a colaborar con el envío de artículos originales de su autoría para ser publicados en próximas ediciones de Fonoaudiológica. Sin duda, la diversidad de autores, temáticas y tendencias contribuirá al enriquecimiento de nuestra revista.

Me despido de ustedes cordialmente.

Fga. Laura Abal de Cárrega